¿Estás interesad@ en un período, temática o artista en concreto? Tanto si ya tienes claro qué es lo que quieres visitar, como si necesitas asesoramiento, contacta con nosotros y te ayudaremos a decidirte entre todas las opciones disponibles.

Monográficos de grandes artistas como Velázquez, Goya o Rubens, períodos como el barroco en el siglo XVII, el nacimiento de arte moderno en el XIX, las Vanguardias artísticas del XX, o recorridos temáticos que nos muestran la gastronomía, la moda o los viajes (entre otras muchas opciones), a través de la historia del arte. Aquí te dejamos algunas de las opciones organizadas por museos:

Museo Nacional del Prado

Velázquez. Un recorrido por todas las etapas artísticas del pintor sevillano a través de la colección del museo, el cual posee aproximadamente el 50% de su obra de autoría confirmada. Sus años de formación en la ciudad hispalense, su llegada a la corte y su evolución en ella, sus viajes a Italia, y sus últimos años de vida, años de una maestría apabullante gracias a la cual produjo algunas de las obras más espléndidas de toda la historia del arte occidental. Entre ellas se encuentra, por supuesto, Las Meninas.

Goya. El artista con mayor número de obras expuestas en el museo. Desde los magníficos y sorprendentemente poco visitados cartones para tapices, hasta las pinturas al fresco realizadas en “La Quinta del Sordo”, su última morada en Madrid, la colección del Prado ofrece la posibilidad de seguir paso a paso las diferentes etapas del pintor y su evolución artística. En esta visita nos dejaremos sorprender por uno de los mayores artistas que ha dado España y averiguaremos por qué ha sido considerado por muchos, uno de los primeros artistas modernos de la historia.

El arte en la sombra. A estas alturas pocos ignoran ya cuál ha sido el trato recibido por las mujeres en la historia del arte, escrita en su mayor parte por hombres. Hasta finales del siglo XIX, su papel ha parecido limitarse, bien al de musas inspiradoras del talento masculino, o al de modelos, a través de las cuales poder desarrollar las habilidades artísticas, de nuevo, masculinas. Sin embargo, algunas mujeres no se resignaron a ser meros sujetos pasivos y consiguieron intervenir en el curso de los acontecimientos, modificando y alterando el curso de los acontecimientos. Hablamos de mecenas, promotoras, coleccionistas y unas pocas valientes que se atrevieron a pelear por su oficio y consiguieron vivir de él, llegando incluso a firmar sus cuadros con su propio nombre.

El arte en la corte de los Austrias españoles. El descubrimiento de las nuevas rutas comerciales con Asia y América a finales del siglo XV y principios del XVI significó el comienzo de una época de riqueza sin precedentes en la monarquía española. Durante los siglos XVI y XVII, los Austrias mayores y los menores, pero en especial Felipe II y Felipe IV, dedicaron gran parte de estos recursos a la adquisición de obras de arte y al mecenazgo de artistas. Y no cualquier artista. El arte flamenco de los siglos XV y XVI con pintores como Roger Van der Weyden o El Bosco a la cabeza, algunas de las obras maestras de Tiziano o Rubens, así como la pintura del maestro Velázquez, son sólo parte del magnífico legado artístico de una de las dinastías más poderosas de la historia y que el Prado, como su depositario y guardián, expone para nuestro disfrute.

Barroco español en el Prado. Después de la intelectualización manierista de la pintura, el arte del barroco persigue un objetivo claro: llegar a al espectador con mensajes claros y concisos que despierten las emociones (generalmente religiosas) del espectador. Para ello se servirá de una pintura naturalista que acerque a los personajes y escenas divinas a la gente. En España, en un primer momento, la pintura barroca será heredera en gran parte del naturalismo de Caravaggio, aunque sin la pérdida del “decoro” que caracterizó la pintura del maestro italiano y que chocaba de frente con las exigencias del mensaje contrarreformista. En el segundo período, la influencia vendrá por parte uno de los grandes de la pintura barroca flamenca: Rubens.

Durante este recorrido, visitaremos obras de grandes maestros del barroco español como Murillo, Zurbarán, José de Ribera, Sánchez Cotán y Velázquez, entre muchos otros nombres que conforman el conocido como “Siglo de Oro” de la pintura española.

El arte del siglo XIX. Se trata, inmerecidamente, de una de las secciones menos visitadas del museo. Una vez vistas las Pinturas Negras, “La carga de los mamelucos” y “Los fusilamientos” de Goya, parece que una fuerza oculta impulsase los pasos de los visitantes directamente hasta la puerta de salida. Sin embargo, las salas que contienen la colección de pintura española del siglo XIX, son enormemente ricas en contenidos y talento: el exotismo cálido de Fortuny, el historicismo académico de los Madrazo, las vistas de ensueño de Martín Rico, el escalofriante “El fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en la playa de Málaga” de Antonio Gisbert, el romanticismo inquietante de “Doña Juana la loca” de Francisco Padilla, o los maravillosos reflejos del agua de las playas de Sorolla… la lista es interminable. No te lo pierdas, ven a redescubrir la pintura del siglo XIX en el Prado.

Museo Nacional Thyssen Bornemisza

El nacimiento del arte moderno. A mediados del siglo XIX se produce un cambio trascendental en el arte: muchos artistas comienzan a anteponer la plasmación de su visión del mundo, de los otros y de sí mismos, a la pintura bajo encargo que había reinado hasta el momento. Esto, que puede parecer irrelevante, cambiará la historia del arte para siempre, ya que el objetivo del artista al crear ya no será la satisfacción del cliente, con todas las limitaciones a la creatividad que ello conlleva, sino la de expresarse a través de sus obras.

Los primeros atisbos de libertad de la escuela de Barbizon, el realismo de Courbet, la modernidad de Manet, el “gran ojo” de los impresionistas, las fugaces captaciones de pedazos de realidad de Degas, la transición hacia la expresión cono última consecuencia de Van Gogh, que llevará directamente hacia los expresionismos y con ellos, las primeras vanguardias… todo un mundo cabe en este trepidante recorrido por uno de los períodos más apasionantes de la historia del arte.

Una ventana para el alma: el género del paisaje. Cuenta la leyenda que la primera representación de un paisaje se dio a través de las descripciones de un viajero a un pintor. El viajero recordaba de manera nostálgica los lugares que había viistado, y el pintor, completamente subyugado por las palabras, realizaba una transcripción sobre el lienzo en clave poética.

Lo cierto es que, aunque ya encontramos ejemplos de paisajes que cobran protagonismo en el siglo XVI, el tema no se independizará hasta el siglo XVII, cuando el hombre deje de percibir la naturaleza como un medio hostil y amenazador o una simple fuente de recursos y comience a apreciarlo de manera estética. Desde el primer momento, y como en la leyenda del viajero, su representación no consistirá en una transcripción directa de la realidad, sino que partirá de la memoria y de las sensaciones y emociones percibidas durante su contemplación.

El Museo Thyssen es uno de los mejores museos de España para disfrutar de la pintura de paisaje, con maravillosos ejemplos de las principales épocas y estilos. Ya sea a través del orgullo holandés, la sensualidad francesa. el romanticismo alemán o el panteísmo americano, en este recorrido disfrutaremos de la representación del paisaje introduciéndonos en las aspiraciones del alma de cada uno de sus autores.

Vanguardias artísticas. Y con ellas, llegó la revolución. Si la explosión que se dio en este momento en el ámbito artístico se produjo como fruto de un proceso de muchas la décadas o si fue la consecuencia de un momento determinado con unas características sociales, tecnológicas o políticas puntuales, es algo que dejaremos para la visita. Como siempre, plantearemos las preguntas y cada uno llegará a sus propias conclusiones.

De nuevo, el Museo Thyssen nos brinda la posibilidad de recorrer este período rupturista de la historia del arte como pocos museos pueden hacerlo. En sus salas encontraremos ejemplos excepcionales de cada una de las llamadas Vanguardias Históricas. Cubismo, futurismo, vanguardias rusas, dadá, surrealismo… Durante este recorrido analizaremos todos y cada uno de estos movimientos, tan diversos entre sí, pero con una característica común: la voluntad de ruptura con lo anterior y la creación un arte nuevo para una época y un hombre nuevos.

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Cubismo en el Reina. A principios del siglo XX el mundo se encontraba inmerso en una vorágine de cambios de tipo social, económico y tecnológico. En medio de esta situación de transición, dos artistas encerrados en un estudio se propusieron representar de manera visual la esencia del mundo moderno, la vida hecha de fragmentos cambiantes y en constante movimiento.

Desde la unión de la colección cubista de Fundación Telefónica y la del Reina Sofía, la representación de esta vanguardia artística en el museo es sin duda una de las mejores del mundo. El cubismo sintético, el analítico, la transición hacia el collage y su influencia fundamental en la cultura y el arte posterior; a través de los artistas clave para su comprensión: Georges Braque, Picasso, María Blanchard, Albert Gleizes, Robert Delaunay y, por supuesto, el hombre que lo entendió todo: Juan Gris.

Estar y desaparecer. El Surrealismo en el Reina. Al finalizar la Primera Guerra Mundial, el mundo se hallaba el shock. Todo aquello en lo que el hombre había creído desde el siglo XVIII, los ideales de la Ilustración que habían llevado a pensar en que la razón, la ciencia y el progreso, iban a llevar al hombre a un lugar mejor, habían derivado en el horror más absoluto.

Ante esta situación, un grupo de hombres y mujeres, artistas, escritores e intelectuales, encuentran una vía de escape en el subconsciente: si la mente “racional” nos ha traído hasta aquí, tendremos que deshacer el camino y volver a un estado anterior, un estado no “contaminado” por los frutos de la razón y el progreso. Pero, ¿Cómo llegar hasta este estado?

Durante este recorrido veremos de cuántas y cuan variadas maneras, los artistas surrealistas consiguieron desconectar la mente consciente y dejar a la creatividad volar.

El arte en la Segunda República y el contexto de la Guerra Civil. El Guernica. En el transcurso de la década de los años 30, España pasó de un contexto de relativa apertura y voluntad educadora, al completo aislamiento social, económico y cultural, fruto de una dictadura militar.

Durante esta visita haremos un recorrido por las diferentes etapas que vivió el país durante esta década a través de sus creaciones artísticas. La Generación del 27, los proyectos educativos de la Institución Libre de Enseñanza, el arte como propaganda, y el contexto artístico durante la Guerra Civil, incluyendo el Pabellón Español en la Exposition Internationel des Arts et Techniques dans la Vie Moderne, celebrada en París en 1937 y la obra estrella de la colección: El Guernica.

Imagen: Vincent Van Gogh, Les Vessenots en Auvers, 1890. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza