Desde finales del siglo XVI y durante el transcurso del XVII, se produce en Holanda un gran cambio en cuanto al tipo de géneros pictóricos demandados por la sociedad. La independencia de las Provincias Unidas del Norte del Imperio Español, junto con el triunfo de protestantismo, propician e impulsan estos cambios en las temáticas artísticas, convirtiendo a la ciudad de Ámsterdam y a su burguesía, acomodada y enriquecida por el comercio marítimo, en el epicentro de todos estos cambios.
El paisaje, las escenas de interior, la vida cotidiana y, en especial, el género del retrato, a través del cual la burguesía se autorreafirma como la nueva clase pudiente, van a vivir un auge sin precedentes y es en este contexto, y con el objetivo de satisfacer la alta demanda, cuando Rembrandt llega a Ámsterdam y se convierte en uno de los principales retratistas de la ciudad.
En esta exposición, comisariada por Norbert E. Middelkoop, conservador del Museo de Ámsterdam, podremos descubrir la variedad y calidad de estas obras y familiarizarnos con las historias que hay detrás de los personajes retratados: parejas casadas, artesanos trabajando, niños, eruditos, hombres de negocios, los propios pintores, así como destacados retratos de grupo.
Cuándo: 18 feb 2020 / 30 ago 2020
Dónde: Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Protocolo Covid-19:
Aforo reducido.
Es obligatorio el uso de mascarillas.
Mantener siempre la distancia de seguridad recomendada.
El museo ofrece: Alfombras desinfectantes a la entrada del edificio, desinfección continua de las instalaciones y superficies, mamparas protectoras en todos los puntos de atención al visitante, dispensadores de guantes y gel hidroalcohólico, información para consulta y descarga en tu dispositivo móvil y WIFI gratuito para descargarte o accceder al contenido que facilitará la visita. Tienda: guantes e hidrogel para una compra más segura.
El museo recomienda: adquirir las entradas online o por teléfono, visitar individualmente o con convivientes, descargar en tu móvil el plano del museo y la información de las exposiciones temporales y pagar con tarjeta y/o en modo contactless
Para combatir las altas temperaturas de la ciudad, nada mejor que un paseo por el Parque del Retiro. Si lo completamos con una visita a la retrospectiva dedicada a Mario Merz (Milán, 1925-Milán, 2003) en el Palacio de Velázquez, además de refrescarnos y relajar cuerpo y mente, terminaremos la tarde con varias cosas importantes sobre las que reflexionar.
El entorno elegido para la exposición resulta idóneo, ya que la obra del artista se encuentra vinculada al arte povera por su uso de materiales orgánicos como arcilla, ramas, cera o carbón... La práctica artística de Merz reivindica modelos de vida en armonía con la naturaleza que se resistan al proyecto depredador de la modernidad capitalista, realizando una incisiva crítica a la modernidad industrial y consumista.
Una exposición que desvela los paralelismos entre la obra de estos dos grandes escultores que, a pesar de pertenecer a generaciones diferentes y no llegar nunca a conocerse, demostraron una profunda preocupación por aspectos como el uso de la materia, la consideración del pedestal como parte de la obra, la acentuación del modelado o el gusto por la deformación de la figura.
Pero quizás el aspecto que mejor una las voluntades artísticas de los dos escultores, sea su capacidad para transmitir aspectos universales como el miedo, el dolor, la ira o la complejidad de la existencia humana, a través de la materia, mostrando ambos una rotunda modernidad y una manera de concebir el arte como algo irremediablemente ligado a la vida.
Cuándo: 02 feb 2020 / 23 ago 2020
Dónde: Fundación Mapfre. Sala Paseo Recoletos.
Protocolo Covid-19:
Aforo reducido a 1/3.
Uso obligatorio de mascarillas.
Dispensadores de gel hidroalcohólico.
No habrá consigna, ni audioguías, ni visitas guiadas, ni folletos.
La entrada es gratuita para el personal sanitario, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y cuerpo de Bomberos (obtenible en taquilla, previa acreditación).
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¿Cuántas obras de arte realizadas por mujeres y ubicadas en el espacio público del centro de Madrid, conoces? Cuéntanos! 👇👇
Tic, tac... seguramente te habrás cansado de pensar antes de que se te ocurran dos.
Efectivamente, si las mujeres han hallado grandes dificultades a lo largo de la historia para desarrollar profesionalmente el ejercicio de la creación, todavía ha sido más complicado para ellas conquistar el espacio público, vinculado tradicionalmente a lo masculino, con los resultados de dicho ejercicio.
Entonces, ¿Es que las mujeres no han tenido relación con las disciplinas artísticas? Por supuesto. Además de los roles tradicionales de modelos y musas, a lo largo de la historia del arte encontramos mujeres coleccionistas, mecenas, galeristas, y algunas que, contra viento y marea decidieron continuar adelante con su pasión y ejercerla de manera profesional.
¿Qué hay de estas artistas? Si existían, ¿Cómo es que apenas estamos empezando a hablar de ellas?
La moral burguesa del siglo XIX, que es cuando se desarrolla la historiografía del arte, vetó especialmente la independencia creadora de la mujer, relegándola mayoritariamente al ámbito del hogar. Así, el canon marcado por las primeras publicaciones de este tipo fue, casi exclusivamente, masculino.
Esto se ve también reflejado en las colecciones de los museos, que se crean al calor de dicha historiografía. El resultado: una visión androcéntrica del arte.
¿Y en Madrid?, ¿Qué lugar ocuparon y ocupan las mujeres dentro del panorama artístico de la ciudad?, ¿Están en los museos?, ¿En las obras de arquitectura y escultura urbanas? Si no las vemos allí, ¿Están en otro lugar?.
Durante este paseo por el centro de la ciudad, intentaremos responder a algunas de estas preguntas y plantearemos otras nuevas que quedarán sin responder, con el objetivo de generar un ámbito de reflexión que nos incite a buscar nuevas vías de convivencia.
Compartiremos historias, anécdotas, opiniones y, sobre todo, traeremos a nuestros labios el nombre de muchas mujeres, de grandes y pequeñas historias, pero todas ellas con un elemento en común: la pasión por la magia de la expresión artística.
